Estas dos galaxias enanas están siendo un quebradero de cabeza para los científicos por su patrón de movimiento. Como la Vía Láctea y el Gran Atractor, también pertenecen al Grupo Local, y dado que hay una más grande que otra se conocen como Gran Nube de Magallanes y Pequeña Nube de Magallanes (bautizadas así por el primero que las observó, Fernando de Magallanes).
¿Qué pasa con ellas? Que hasta hace unos años se pensaba que estaban orbitando en torno a nuestra galaxia, pero tras estudiarlas vieron que tenían unas características algo distintas que las que giran alrededor de la Vía Láctea, como el número de estrellas. En National Geographic explicaron a raíz de los nuevos datos que es probable que fuesen galaxias distantes que «recientemente» se habrían acercado a nuestra galaxia, tanto para que su campo gravitatorio les afecte.
Gracias a las observaciones con el telescopio Hubble se logró medir el movimiento de estas nubes, y a partir de éstas se planteó que probablemente las Nubes de Magallanes dibujan órbitas alargadas y excéntricas, acercándose a la Vía Láctea sólo de paso. Una idea que se apoya también en la gran cantidad de gas que aún tienen (normalmente las galaxias satélites acaban cediendo su gas a la galaxia que orbitan si ésta es más grande).
El misterio está en que no se sabe con seguridad si esto es así. Como siempre hay una hipótesis más plausible, pero la dinámica de estas nubes con respecto a la Vía Láctea aún está en duda. Lo último que se dijo sobre la pequeña es que podría estar desapareciendo, gracias a unas observaciones más precisas que las que se habían hecho previamente. Se siguen estudiando con misiones como SMASH, con la cual consideraron que hay evidencias de que el par de galaxias han chocado entre sí en el pasado reciente, y que esto provocó un episodio de intensa formación estelar.